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¡Bien! El sector editorial está salvado

Ya podemos estar tranquilos. El sector editorial se va a salvar. Hemos dado con la fórmula para que entre en el mundo 2.0, en el de los ebooks, en lo que muchos llaman el nuevo “paradigma” y sin que nadie sufra. Lo digo por el artículo que aparecía en El País hace un par de días. Por las palabras que usaba y el tono general. Hablaba sobre el nacimiento de “Libranda”, la plataforma que los grandes grupos han creado. “Los editores retan al futuro digital”, decía el titular. Espero que esas formas no fueran porque uno de los socios es del mismo grupo que ese periódico.

Porque, de todo el artículo, me llamaron la atención cosas como estas:

«No venderemos directamente al comprador», asegura Patxi Beascoa, director comercial y de marketing de Random-House Mondadori.

«Tener en cuenta a los libreros es un acierto de partida para este nuevo negocio», asegura Fernando Valverde, presidente de Cegal, la asociación que representa a los vendedores.

Y el redactor del artículo añade: “Un pacto saludable para un sector que ha visto cambiar la estructura de muchos negocios culturales”

«Preservar cada escala del sector es el reto. Nadie quiere romper la cuerda ni arrasar con los canales tradicionales», asegura Francisco Cuadrado, director general global de Santillana.

La verdad es que el artículo visto como una pieza de (auto)promoción está fantástico. Pero hay algunas cosas que a mí no me encajan: ¿se puede construir un modelo de negocio partiendo como premisa de que hay que preservar lo que teníamos hasta ahora? Ojala todos los actores actuales encontraran su sitio en ese nuevo escenario, pero no creo que la mejor forma sea “imponiéndolo” como condición de partida.

Ese mismo esquema es el que parecía que buscaban los players del sector musical hace unos años y todos conocemos el final de la historia. Los que venían de fuera son los que mandan (iTunes, LiveNation, por ejemplo). Posiblemente porque no partían con ningún tipo de preconcepto ni prejuicio. Construyeron su modelo, el mercado lo aceptó y al final los proveedores tuvieron que admitir que ese era el camino. Se adaptaron al cambio y listo.

Lo correcto sería que cada uno buscara su ubicación en el modelo, que hiciera un análisis estratégico de su posición y tratara de encontrar donde añade valor en la cadena del 2.0.

Los tres primeros párrafos de este post de Julieta Lionetti son muy clarificadores (y por alguien que ya vivió esto en el 2001) sobre algunas cosas que hay que modificar para entender bien cómo encarar el 2.0 y el ebook. Habla de DRM, pero podría hablar de más cosas… el resumen es que la mayoría se concentra más en preservar su negocio que en adaptarse o pensar en su core-business, en pensar donde añaden valor. Parece que la obsesión es la piratería. Si te paseas por 36L (los gestores de la librería digital Leqtor) verás que hablan de piratería, de comercialización, de librerías on line… muy bien, algunos términos y propuestas son las que tienen que ser, pero ¿Dónde dice que te aseguran tráfico? Porque entiendo que el valor que ellos aportan es el tráfico no el DRM. 100% de seguridad sobre 0 ventas es igual a 0.

Y para terminar leo este post de Guillermo Schavelzon (conocido e importante agente literario), donde dice:

El e-book o libro digital no surge por una demanda del mercado (mejor dicho, de los lectores), sino como una imperiosa imposición de los grandes fabricantes de hardware, que ya no pueden seguir vendiéndonos tantos teléfonos móviles, y ponen sus esperanzas en los dispositivos de lectura

Todos los grandes jugadores de este negocio (Apple, Sony, Google, Amazon, etc.) quieren vender dispositivos de lectura. Con qué contenido rellenarlos no es su problema.

Esto será imposible sin editores, verdaderos editores electrónicos, que para poder serlo tendrán que provenir del mundo de los contenidos, no del de la informática.”

Claro, precisamente el core-business de Sony es fabricar dispositivos. El de Google generar cuanto más tráfico, mejor. Y el del autor generar contenidos. Es de Perogrullo, no? Podríamos discutir si realmente las cosas se producen por una demanda del mercado o si el marketing genera o cubre necesidades. Afirmar que el mercado no demanda ebooks me parece sencillamente tonto (con el mayor de los respetos). El mercado tampoco demandaba mp3, ni programas del corazón, ni muchas cosas. Más del 90% (no recuerdo la estadística exacta) de los productos lanzados son un fracaso. Tú lanzas un producto en función del negocio en el que estás. Que luego funcione depende de muchos factores.

Y que vengan de la informática o sean editores no creo que sea fundamental (a mi, personalmente, me gustaría que fuera del sector, claro). Solo hay que ver, de nuevo, el caso iTunes. Y en el futuro Google. Dependerá de quien sea el que entienda el negocio y sepa construirlo. Solo tienes que dar con la forma más eficiente y eficaz de llegar al consumidor y convencer al que tiene el contenido. Si mañana cualquier empresa le ofrece 30 millones de euros a Coelho por dejar su editorial ya veremos qué decisión toma. Sir Paul McCartney y Madonna ya no editan con una discográfica, por ejemplo. Y no creo que sean precisamente ignorantes.

En fin, como conclusión. Agentes, editores, distribuidores y libreros hablan de todo menos de una cosa: el lector/cliente/usuario. Que es del que deberíamos estar hablando todos.

También a través de Julieta (¡mil gracias por facilitarme todas estas informaciones!) llegué a este post De plataformas digitales en Soybits, que expresa mucho mejor que yo lo que quería decir con este post. ¡No os lo perdáis!.

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Comentarios (2)

Hola Ramón,

¡Cuanto tiempo! me alegra que hayas «caído» en mi blog y espero que te guste, claro.
Me gusta también vuestro blog … no os estreseis, ya lo iréis haciendo 2.0 con el tiempo.

Un abrazo

¡Bien! El sector editorial está salvado – https://www.davidsoler.es/bien-el-sector-editorial-esta-salvado/ #muybueno

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