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Curar contenido en la estrategia digital

contenido compartido

La esencia de la web social es compartir. Es innato a la red. Tener un perfil, personal o corporativo, y no generar contactos es lo mismo que irse a vivir a una isla desierta: estás en el planeta tierra pero nadie sabe donde. Pero ¿que haces cuando tienes puntos de contactos? Lees lo que ellos comparten y/o ellos hacen lo propio contigo. Si no hay interacción estás otras vez en la isla desierta o, peor aún, estás en una plaza abarrotada de gente pero nadie te presta atención (es totalmente respetable, por supuesto).

Pero ¿qué contenido debo compartir? ¿de quién? ¿cómo? ¿dónde? ¿cuánto? Ahí empiezan los primeros problemas “existenciales” cuando armamos nuestra estrategia digital. Y si es una empresa, son aún mayores.

Me centraré en el qué y de quién y otro día ya hablamos del cómo, dónde y cuanto. Detengámonos en algunas premisas importantes a tener en cuenta y que se dan siempre.

  • Según el contenido que compartas, las personas que estén conectadas contigo te verán de un modo u otro. Te posicionarán, vamos. Si hablo mucho de fútbol, y dependiendo cómo, la gente pensará “este sabe de fútbol”.
  • La gente busca en Internet información. El por qué y para qué es otra historia y cada uno tendrá una o varias razones para hacerlo.
  • Hay tanta información en Internet que conseguir la atención de alguien debería ser algo altamente valorado. Si el destinatario de ese alguien es una cuenta corporativa, aún más.
  • Y con tanta información y tanta herramienta para facilitar la creación de contenido, ahora lo que más abunda en el mundo son redactores, opinadores y analistas. O sea, que la creación y distribución de contenido se democratiza, se expande y pierde un poco, o mucho, de valor.

En definitiva, la clásica teoría de la economía de la atención.

Conseguir que todo esto funcione en un escenario que no para de crecer en todos los sentidos, es algo harto complicado. Ofrecerle a la gente la información que más le interesa y, al mismo tiempo, ahorrarle tiempo, se ha vuelto algo primordial. Y en eso andan metidos Google, Facebook y cualquier sistema o red asincrónica que van modificando su algoritmo no solo para monetizar sino porque la gente no tiene tiempo que perder en la búsqueda de su información (o porque nos hemos acostumbrado así).

Así que, sea como sea, compartir lo que le interesa a la gente ya no solo es bueno porque así lo manda la red social sino que es bueno porque le resuelves un problema a tu target. Y si le resuelves un problema a tu target, le caes bien, luego te quiere y al final no puede vivir sin ti. Atención: anótate esta frase porque es el quid de la cuestión.

Pero, y aquí viene el problema y el mito, las empresas son reacias a compartir contenido que no sea suyo y les cuesta enlazar a contenido externo desde sus sitios. Les parece que “regalan” lo que tanto les cuesta atraer: usuarios-tráfico. Pero al mismo tiempo se preguntan ¿como creo suficiente contenido para mantener vivo el interés de mi target? A no ser que tengas mucho dinero para contratarlo o que consigas que tu target te lo cree y te lo regale, no tienes más remedio que tirar de contenido de terceros.

Así que llegamos al punto de que una buena forma de mantener vivas tus cuentas sociales, el interés de tus usuarios en ti y posicionarte en algo, es curando contenido que encuentras en la web. Solo te faltan dos cosas: 1/ saber donde o quien comparte el contenido interesante y que mejor se adecua a tu estrategia y 2/ usar herramientas que te lo pongan fácil.

Entre los primeros encontrarás, te guste o no, empresas que compiten contigo. Directa o indirectamente. Con las segundas no deberías tener mayor problema. O podrías considerarlo un problema menor. A falta de nada mejor, comparte algo que te posiciona aunque sea de alguien que puede sustituirte. Pero con las primeras tampoco deberías tener problemas. Ok, no hay que pasarse de “buenismo” pero si resulta que tu competidor comparte información de calidad que habla bien de una categoría de producto que es la tuya ¿por qué no va a servirte a ti? Otra cosa es que sea contenido totalmente vinculado a la marca competidora o donde se menciona ésta. Pero si es neutro yo lo considero igualmente un mal menor (por no ponerme en la posición de que lo considero hasta bueno). Pero, además, compartir contenido de empresas que compiten contigo le encantará a tu target. Porque a la gente le encanta estas nuevas maneras, la colaboración entre supuestos enemigos y, de algún modo, la autenticidad.

Y sobre las herramientas hay muchas en el mercado. Desde un simple lector de feeds o las famosas paper.li y scoop.it hasta algunas más nuevas tipo groupiest.com, cada una funciona a su manera pero todas sirven para lo mismo: que hay bueno en el mercado relacionado con mi negocio y como lo ordeno y filtro para recompatirlo con mis seguidores.

Así que no es necesario que te pases el día creando contenido original. Es, además, estresante. Equilibra bien la creación con lo que compartes de terceros. No te fijes tanto en el origen de lo que compartes y sí en el contenido y calidad de lo que compartes. Tus seguidores te lo agradecerán. Y un cliente/seguidor agradecido es garantía de futuro de tu negocio.

¡Que tengáis un feliz resto de semana!

Crédito de la imagen: 10ch

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Comentarios (1)

[…] quid de una red es compartir. Ya lo he dicho más de una vez. Y el hecho de compartir es casi un acto público. O, dicho de otro modo, estás dando medio […]

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