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Llegó la hora de la reinvención

Ayer leía el post de Risto Mejide en El Periódico. Reconozco que es un tipo que cae mal, que puede pasar por engreído, por egocéntrico y por … pon el calificativo que se te ocurra. Pero, de vez en cuando, y últimamente más, dice cosas que, aunque puedan parecer obvias, son muy ciertas. Y ya se sabe que en esto del mundo online las cosas cobran «rango de ley» cuando saltan al mundo real y lo dice alguien con relevancia. Como en este caso. Pero como soy un maldito inconformista y siempre quiero decir la última palabra, ahí va mi reflexión sobre el tema.

Amigos y amigas, estamos ante un cambio de era. No es un cambio de época. Estamos ante un claro cambio. Probablemente el cambio más bestia que ha vivido la sociedad en su historia. Un cambio que afecta a como nos relacionamos con las personas, a como queremos, a como hacemos negocios, a como encontramos trabajo y a todo en general. Es posible que el Club Bilderberg nos siga gobernando por unos años, pero el cambio está en marcha y en breve sabremos las conclusiones de sus reuniones antes incluso de que se celebren.

El caso es que la cosa ya no da más de si. Lo siento pero es la verdad. La vida perfecta que te prometieron en el cole ya no está disponible. El matrimonio perfecto. Los niños perfectos. El amor perfecto. Los amigos perfectos. El trabajo perfecto… todo se esfumó. Así, por arte de magia. Ahora nada es permanente. Todo es provisional… no, es peor.. es ¡inestable!

Sí, ni hay trabajo estable, ni amor estable, ni amigos estables. Todo hay que currárselo día a día. Y mañana es posible que lo que pensaste hoy ya no sirva. Porque la gente va tan rápido que cambia de opinión cada 10 minutos (es una exageración, eh?).

Pero hay esperanza. Siempre hay esperanza. No lo dudes. Siempre hay una luz al final del túnel. Todo tiene solución y todo está en nuestro ADN, en algo que hemos olvidado con el paso del tiempo: la adaptabilidad. Sí, adaptarse al cambio, que es lo que toca. Ahhhh!!! Que feliz, chaval!!! Muy bien, listillo! Pero ¿cómo se adapta uno al cambio, majete?

Es fácil. Muy fácil. Tan fácil que la gente olvida siempre hacer lo que toca: aplicar el sentido común. Que, como siempre, es lo que tiene las respuestas a todo.

El sentido común nos dice que hay un exceso de oferta de fuerza laboral y una micro demanda de empleo. Pero al mismo tiempo nos dice que las empresas necesitan sacar adelante sus cosas, sus proyectos, que tienen que pensar y reflexionar y que, a pesar de sus jefes que puedan estar anclados en el pasado, saben que las cosas cambian y los consumidores hacen las cosas de forma distinta.

Hay algo que haces bien, muy bien. Mejor que el resto del mundo. Pero aún no te diste cuenta que en el nicho está el gusto. Que ya nadie quiere formar parte de la «masa». Todos quieren estar con su tribu.

Así que todo se reduce a concentrarse el algo, pensar tranquilamente donde añades valor, en que eres realmente bueno, y darle duro. Ahí está tu ganancia. La gente te busca por algo. En eso eres diferente. En eso creas tribu. Porque si buscas contentar a todos, lo siento, pero no contentarás a nadie… al menos a la larga. Porque no sabrán que hacen ahí pero peor, porque otro lo hará por ti . Se centrará y les dará lo que ellos quieren.

Ahí llegamos al quid de la cuestión: a la tribu. El lugar donde se sienten cómodos porque, por si aún no te habías dando cuenta, las personas han descubierto que tienen un lugar en el mundo. Que siempre van a encontrar a un igual. Que lo que hasta ahora era imposible ya se puede conseguir: alguien al quien le guste mi hobby, mi música, que se parece a mi, que le gusta el mismo restaurant grasoso que a mi, que busca lo que yo tengo para dar.

Así que llegamos al punto donde profesional y personal se juntan. Y sí, resulta que hay gente que va creyendo que la vida es eterna y que las cosas no cambian. Que ahí estaremos esperando hasta que el destino haga algo al respecto y que las frases del Facebook son ciertas. Pues no, también lo siento. Si tenemos millones de conexiones y nodos con el resto del mundo, lo normal es que ahora cambiemos de forma de pensar de forma mucho  más rápida a como lo solíamos hacer. Simplemente porque las impactos que nos influyen son más numerosos y, encima, algunos tienen más fuerza porque vienen de gente que creemos influyente, que sabe lo que dice porque lo vivió antes (hasta yo mismo con este post… ¡¡¡que igual os pensáis que puedo hablar de esto con la alegría con la que lo estoy haciendo!!!). A pesar de que nuestros valores no salvaguarden de algunas tonterías, claro. Eso siempre.

Resumiendo. El tema es el siguiente. Céntrate. Concéntrate. Hay algo que quieres. Algo que te gusta. Algo que haces bien. Algo que te completa. Si sigues la lógica de tus amigos, de los que te rodean y de lo que te han enseñado, no lo harás. Y todo por el miedo a fracasar. Porque ahí está la madre de todas las guerras… el miedo a fracasar. A recibir lo que no queremos. A que ¿nos equivoquemos?

Da un paso al frente, haz lo que ya sabías que tenías que hacer y mete la pata. Que siempre es mucho mejor que no haberlo ni intentando. Igual no consigues nada, pero nadie podrá decir que no luchaste por algo. Y eso es mucho más que lo que se puede decir de alguien que espera a ver que pasa… a ver si le llega la inspiración divina. A ver si llega el momento. A ver si llega la situación.

Es un “problema” donde convergen: donde quiero estar, que me conviene, que puedo alcanzar y que tengo para dar.

Hace unas semanas (re)descubrí a Ed Motta. Un músico de la época en la que viví en Brasil. En otra época, que quedó ahí. Feliz pero que llegó a su fin. Ahora toca otra cosa. Así que os regalo este mega-tema:

¡Que tengáis una feliz semana!

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Comentarios (14)

Paula Colantonio

Me gustó mucho más tu post que el de Risto. Y además tu me pareces mucho más honesto y buena persona. Nada personaje haciendo un papelito para depende qué audiencia.
Yo añadiría que además de «reinventarse» es necesario hacer un downshifting en nuestras vidas.

¿La verdad?

Pues que esperaba un post ‘de vuelta’ como éste.

Fantástico y lleno de razones y de frases en las que, al leerlas, solo puedes decir… ‘Amén’.

Felicidades Maestro!!!

Un abrazo 😉

¡Gracias por tu post! Tu blog me está siendo de gran ayuda. No hace mucho alguien me dijo: «sólo dos cosas nos frenan cuando queremos emprender una «aventura» profesional o personal: ¡el miedo y la pereza! Cuánta razón… Es de valientes intentarlo, luchar, sentarse y preguntarnos: qué quiero hacer, qué puedo hacer… ¿El miedo al fracaso?, está ahí, somos humanos, pero creo que la confianza, la determinación y el trabajo diario, como una hormiguita, va alejándolo, haciéndolo diminuto… Bien, me encuentro inmersa en una «aventura profesional», creciendo a nivel personal y laboral. En resumen, ¡adaptándome a los nuevos tiempos con mucho gusto!

Gracias a tod@s por pasaros y dejar estos comentarios!!

Paula, muy bueno el post de Mertxe. De hecho ella puede hablar de esto con mucha más «fuerza» que yo porque lo vive de forma más cercana. Gracias por los piropos!!! 😉 .. te has ganado la planta!!!! 🙂

María, me encantó tu post. Felicidades! Estamos en la misma onda. Genial!

Amigo Jose Luis… tu sí que eres un maestro… y de los buenos!!!

Montse, me alegra oir que mis post te sirven… ¡es el mejor premio que puede recibir un bloguero! Gracias, gracias, gracias… Y sí, la actitud creo que debe ser el 50% de la base del éxito, no? Y tu la tienes.

Un honor recibir comentarios como los vuestros. Gracias de nuevo!

Un post muy bueno y motivador. Aún así creo no todo el mundo es capaz de ver su posibilidad de reinvención o en qué tribu se encuentra… por su formación, entorno, influencias, edad, tradición, personalidad… por lo que sea. Estoy intentando ayudar a una persona para que empiece a reinventarse pero aún no he encontrado la fórmula que la haga activarse… tendré que seguir pensando. ¿alguna propuesta?

un poquillo tarde mi comentario, porque esto de reinventarse cuesta y lleva tiempo, pero encantada de haberlo leido y felicitarte por el post. 🙂

Montse Pujada

¡Qué bueno! ¡Gracias crack!

Toca aprender a vivir en la incertidumbre ; ) Y al final acabaremos por decir: «qué bien se está en la incertidumbre»

Me apunto a mi lista de citas célebres: «Céntrate. Concéntrate. Hay algo que quieres. Algo que te gusta. Algo que haces bien. Algo que te completa.»
Célebre la frase, célebre el autor 😉

Hola Jana,
Mira, la próxima semana voy a tratar de escribir un post con «la fórmula» (no mágica) para reinventarse. Sobre mi propia experiencia. A ver que tal me sale y a ver si te sirve. Gracias por los cumplidos!!!
Marijo, claro que cuesta!!! Nadie dijo que iba a ser fácil. 😉
Montse…uff… Moltes gràcies!!! Pero creo que tu me ves con buenos ojos, eh? No vale! 😉 Gracias también a tí por los cumplidos. No se merecen pero ayudan muuuucho.

Gracias a las tres por pasaros y dejar vuestros comentarios.

¡Muy buen post, como es habitual en tí David! Para mí la vida ha sido reinvención continua, pero no por ello fácil a cada nuevo paso, sin embargo sí ha sido, y sigue siendo, extremadamente enriquecedora.
Además, me parece que el reinventarnos es algo natural que la mayoría tenemos de niños pero que algunos van perdiendo al ir creciendo. Me explico, para un niño no es antinatural querer ser bombero, soldado, astronauta, etc… Pues a medida que va descubriendo nuevas cosas le apetece reinventarse con nuevas ilusiones.
Así que si buscamos nuestro niño/niña interior, nos será más fácil plantearnos los cambios que podemos/debemos realizar e ir aprendiendo de los pasos que vamos dando hacia esa(s) nueva(s) meta(s).

Gracias Zulima,
Me parece una genial analogía… recordar lo que hacíamos de niños. Muy bien. Tomo nota!! Gracias!

Sabes David a este paso vas a tener que ayudarme a pagarme una cirugía maxilofacial, porque a pesar de haber tenido el honor de tenerte de tutor (nunca me gusta como suena, maestro con mayúsculas) ,de que ahora hace un año que te sigo, y de que pasito a pasito voy estando más suelto en este mundillo, siempre espere tus posts y siempre ocurre lo mismo me quedo con la boca abierta.
Decirte que te has superado es decirte lo que te digo siempre. Me recuerdas a los viejos marineros (no te estoy llamando viejo en el sentido físico, hay personas que no tenemos edad, aunque mi DNI diga que voy a hacer 56) siempre mirando al mar. Presientes cuando va a llegar la siguiente ola y te preparas para saltar.
Te acuerdas cuando te sentías bloqueado y algunos te decíamos que te estabas preparando para algo nuevo, se empiezan a ver los frutos, muy buenos y esto es solo el principio.
Yo ahora entre módulos y proyecto también me siento bloqueada y con ganas de tirar la toalla, pero abrir el correo y encontrar tu post, ha sido un aliciente para decir sigue para adelante, atrás ya no que nada interesante.
Un cariñoso saludo 😉

Aishhh Carmen, este tipo de comentarios son los que me llegan y me dejan sin palabras. Solo puedo decirte muchísimas gracias… que aunque parezca poco, es mucho. 😉

Hola David, no podía dejar pasar la oportunidad de comentar tu magnífico post (como todos).

Lo inicias comentando que lo que nos vendieron como perfecto ya no existe. A mí se me plantea otra reflexión. ¿Era realmente perfecto antes? Porque cabe la posibilidad de que no, y que se vendieran como perfectas situaciones que no se atrevían a cambiar. Por educación, por miedos, por falta de valor, por no desestructurar (excusas … encontraríamos un millón). Ejemplos claros de ello:

1.- A nivel personal: cuántas parejas (matrimonios en su día) que aguantaban lo que se les echara y la cuestión era salvaguardar la fachada.

2.- A nivel profesional: cuántos puestos de trabajo que no motivaban ni realizaban al individuo, pero que con una nomina fija y estable a final de mes quedaban compensados.

Bufff, qué mal rollo.

Estoy convencida que lo perfecto, al 100%, no existe. Pero también defiendo a capa y espada que debemos luchar por acercarnos a él lo más posible. Y ahí debemos estar a los que nos llaman inconformistas (¿será éste el adjetivo adecuado?).

Tener inquietudes y querer mejorar es directamente proporcional a la capacidad de adaptación en cualquier cambio. Así que a lo mejor, y me gustaría creerlo de este modo, estamos más cerca de esta perfección inalcanzable ahora que de lo que nos vendieron en su día como tal.

Me gustaría cerrar este comentario con otra puntualización: la única forma de mejorar es parar y romper con lo que hay. A esto se le llama tener valor y sólo quienes lo poseen se atreven con los cambios. Así que, en lugar de que se nos tache de “desestructurados “ o inconformistas: ¿no será que ahora somos más honestos con nosotros mismos y además más valientes que en épocas pasadas frente a las situaciones que no nos gustan? Que me perdonen, pero yo me quedo con mi presente.

Luego continúas aludiendo al sentido común, en añadir valor, en centrarnos y en concentrarnos. Si es que lo dices todo, y además muy bien dicho. ¿Sabes una cosa? Yo me subo al avión y quiero despegar …. Que encontraré turbulencias …. Pués claro; pero soy piloto y este trasto (llámale avión o circunstancias) lo / las manejo yo.

Que vaya bien el día.

Uff, Lídia, ya te dije un día que cada comentario tuyo vale por un post. Así que el día que me anime a tener «estrellas invitadas» como autores en este blog seguro que tu estás entre ellas! 😉

Nada que añadir a lo que dices porque estamos en la misma línea!!! Gracias por dejar este buenísimo comentario.

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