Yo confieso que soy fan de…

Vía Mau Santambrosio, Antonio Domingo y Marc Cortés me llega esta «invitación» a seguir el meme que iniciaron los amigos de Marketing Take Away (como no).

Empiezo por decir que yo no soy nada, o casi nada, mitómano. O eso creía yo. De hecho soy capaz de cambiar de marca de cualquier cosa por cualquier razón. Tampoco soy de los que lo colecciona todo de una marca concreta (tipo Apple o fan de tal o cual grupo). Y ahora que hace un tiempo que me he acomodado en el mundo 2.0 donde se oye mucho eso de que por encima de la marca están las personas, que una cuenta corporativa tiene que hablar como si fuera un humano, etc… ya me había acabado de convencer de que las marcas no eran tan potentes como muchos creen. Pero, aquí empieza la «ida de olla», me doy cuenta que la persona, el humano detrás de la marca, acaba convirtiendose en una marca en si mismo. Y entonces ya dudo de si en realidad sí que una marca es una marca.

Y empiezo a pensar y sí, efectivamente, hay algunas marcas que merecen mi admiración y que me producen una sensación distinta al resto. Así pues ahí van mis tres marcas:

• Mi primera marca son «The Rolling Stones». Unos tipos que han conseguido mantener el interés por un grupo que en 30 años no ha firmado un disco decente, que han producido algunas de las giras economicamente más productivas de los últimos 20 años (y sin discos de nivel, eh?), que hacen que se siga hablando de ellos sin tener material nuevo, etc… es evidente que han conseguido que la marca esté por encima de todo. Creo que es un fenómeno que solo igual, ¿y supera?, Madonna. Y, lo reconozco, no puedo evitar entrar por lo menos una vez a la semana en su website para ver que se cuece por ahí.
• Levi’s… ostras, otra… es verdad. Miro mi armario y solo tengo vaqueros Levi’s y los pantalones de «vestir», casual, son Dockers. ¿No uso otra marca? pues no, la verdad. ¡Soy un adicto! Y no me  había dado cuenta de ello. Debo tener el mismo gusto que su diseñador. Me va el estilo de la casa. Me siento identificado.
• y por último Estrella Damm. Me encanta la cerveza y en especial ésta. Y no tiene mucho que ver con las grandes campañas que hacen todos los años por estas fechas que, además de convertirse en un clásico como las burbujas de Navidad, ponen de moda una canción y son realmente muy buenas. Transmiten un estilo de vida. Me gusta y listo. Sin trasfondo.

En fin, me ha costado, la verdad. Ahora le paso el testigo a Mando, Javier Muñoz y Pat de Andres.

¡Que tengáis una feliz semana!