Scroll Top
Carrer Alfons XII 75, 08022 Barcelona

Atreverse a cambiar

El sábado pasado se cumplió un año desde que mi padre dejó este mundo.

A parte de la tristeza que produce un aniversario así, a mi me motiva para escribir sobre algo tan importante y crucial como el cambio ya que ese acontecimiento de mi vida fue el principio de todo.

Ahora sé que es cierto aquello de que de toda “cosa mala” siempre sale algo bueno. A mi me ayudó a replantearme que hacía aquí. Cual era el significado de mi presencia en el mundo. Para qué servía mi existencia. Y fue el motor que puso en marcha la maquinaria del cambio. Os voy a explicar lo que yo he aprendí de esa experiencia..

La lección principal que aprendí fue que sólo tenemos una vida y hay que vivirla. Y vivirla a tope. Comérnosla. Disfrutarla. Vivirla acorde con nuestros valores y convicciones. No vale el clásico “la vida es así”. No me conformo. ¡No te conformes! Hay que hacer todo lo que uno desea, y lo que la vida le pide. Y creo que mi padre, a su manera, lo hizo. Y por eso es un ejemplo para mi.

La segunda lección que he aprendido, no el primer día sino después de muchos meses, es que quiero arrepentirme de lo que he hecho pero NUNCA quiero arrepentirme de lo que no he hecho. ¡¡¡Eso jamás!!!

Así que con estas dos simples lecciones uno puede encarar mucho mejor su vida. El no hacer algo que te apetece hacer, que sabes que tienes que hacer o que te gustaría hacer es una elección. El ser humano es capaz de “inventar” decenas de excusas para no hacer algo. Porque su circulo de amistades no lo va a entender, por lo que podrán pensar de él/ella, porque perderá no-sé-que, porque ahora hay una prioridad más importante… el resumen es que no lo hacemos. Y si no lo hacemos siempre quedará la duda de que hubiera pasado si… Y, creedme, eso sí que es terrible.

Siempre esperamos que llegue el momento “oportuno” sin darnos cuenta que no hay momento oportuno. El mejor día para hacer algo es hoy. Sea en la situación que sea, personal o profesional. No hay que dejar de hacer algo porque “no estoy seguro de si” o porque “no me atrevo a”. Como he leído por ahí varias veces “el tiempo es lo único que no vuelve” y yo añado que es lo único que nunca deberías perder porque es lo más valioso que tienes.

Sea lo que sea que te ronda por la cabeza, en cualquier ámbito, no dejes que se quede ahí. ¡Actúa! Y hazlo ya. No permitas que el tiempo te “robe” opciones y que un día te levantes con esa fea sensación de que pudiste haber hecho algo.

Pase lo que pase no te conviertas en un mero espectador de tu vida. Sé el protagonista. Coge las riendas y vive la única vida que tienes.

¡Que tengáis una feliz semana!

0

Comentarios (16)

Como dices, nunca es un buen momento para hacer las cosas. Poniendo excusas nos ‘sentimos mejor’. Cuando la vida te da un duro golpe, es cuando ves la importancia del tiempo y la vida. No debemos ser indiferentes con la vida.
Besos David

Sí, Mireia, es la zona de confort, que dicen. Allà donde habitan las cosas que conocemos, aunque sean malas y perjudiciales para nosotros.

Gracias por el comentario!!!

David, ya hace tiempo que aprendí, que una excusa es una derrota reconocida, por lo que habitualmente busco la manera de realizar aquello que deseo.
La zona de confort o cómoda, en realidad es la zona «incomoda» ya que convivimos con todo aquello que no nos gusta y no deseamos y solo una parte de lo que si deseamos y nos gusta.
Vive el presente, ya que será en el donde vivirás el resto de tu vida
Felicidades por el post, da que pensar.
Un abrazo y a ver si nos tomamos un café un dia

¡¡Como me gusta lo de «una excusa es una derrota reconocida»!! Genial Xavier! Gracias por el comentario!! Cuando quieras ese café, contigo siempre es un placer 😉

Estoy de acuerdo con Mireia cuando dice : «Cuando la vida te da un duro golpe, es cuando ves la importancia del tiempo y la vida.»
Pero cuidado, que al cabo de un tiempo volvemos a lo mismo de antes. Así que creo que voy a enmarcar la última frase de tu post : Pase lo que pase no te conviertas en un mero espectador de tu vida. Sé el protagonista. Coge las riendas y vive la única vida que tienes.
Porque ahora mismo, me hacía falta que alguien me lo dijera. Gracias
Cris

Eso es verdad.. a veces, acabamos repitiendo los mismos errores anteriores. No aprendemos del todo. Pero bueno, si te he recordado lo importante señal que tu sí llevas las riendas!! Que te conozco!!

Comparto sin duda tu post. En el tiempo, tienes tiempo para todo: actuar, cambiar, organizar, movilizar; y puedes hasta rectificar ¡!!!. El tiempo te da tiempo para todo … excepto para el único / último momento. Porque puedes ir tarde, pero ir demasiado tarde es, en certeza, no llegar jamás. A mi modo de entender, y cuando estas reflexiones llegan tras haber pasado un momento tan crítico, es cuando más nos damos cuenta de que tempus fugit es para siempre, o para nunca más, expresémoslo como queramos.
De todas formas, y aun habiendo aprendido lo mismo que tu y bajo la misma circunstancia, siguen en mí dudas en mi empeño (que no es poco) cuando me propongo hacer algo cambiante. Claro está que si la decisión depende y afecta a uno mismo, no cabe duda que … pa-lante, señores ¡!!!!.
Pero muchas de las decisiones que debemos o queremos tomar no nos implican exclusivamente de forma individual, por lo que el “de lo que no me quiero arrepentir” adquiere una nueva dimensión. Evidentemente, planteamiento responsable y valoración hacia las futuras repercusiones, pero ¿cuántas veces se nos cruza por el camino la gran señora llamada prudencia? Sin duda que la decisión del no hacer nos viene dado por la duda, y soy de las que creo que dicha prudencia se podría resolver (en muchas de las ocasiones) con una simple pregunta o planteamiento a los demás implicados. A veces sí que es así de sencillo. De todas formas, y es comprensible, que dicha duda, o la misma prudencia, vienen más por no confiar / conocer lo suficiente que por desconfiar o desconocimiento.
Aquí queda mi aportación David. Debate sin duda interesante y de larga sobremesa, o de más y más comentarios a tu brillante post.
Un abrazo, Lídia.

Sí, Lidia, la señora prudencia aparece a menudo cual «cortarrollos». Es posible que a veces tenga razón… no digo que no. Pero no sé yo … si hago un recuento de las cosas que hice o dejé de hacer por prudencia creo que en el 90% de los casos me equivoqué. Y fijate que en la mayoría de ellos acabé haciendo lo contrario de lo que la prudencia me marcaba. Eso sí, mucho tiempo después 😉

Gracias, una vez más, por tus acertadísimos comentarios. Ya eres, por derecho propio, una VIP de este humilde blog!!!

Creo que en nuestra cultura asociamos demasiado la idea de cambio con su resultado, con la necesidad de tener éxito, en vez de fijarnos en el trayecto, en la experiencia que supone un proceso de cambio. En relación a ello, aporto una cita de Samuel Beckett que me gusta por su crudeza (y realismo):

«Lo has intentado. Has fracasado. No importa. Inténtalo de nuevo. Fracasa otra vez. Fracasa mejor».

Yo creo que ya estamos redefiniendo el concepto de «éxito»… no todos, pero algunos sí. Yo ya no lo asocio a que algo me salga perfecto y, mucho menos, a nada material. Me gusta la frase…aunque sea cruda!!!

Gracias Eduardo! Un abrazo

Me encanta la frase leída de Eduardo. ¿Y cómo se re-define el concepto del éxito, y más cuando no obtenemos el beneficio esperado?

A ver qué tal: Aprender del fracaso. Y no es que sea consuelo de tontos …. Que el verbo «aprender» da para mucho !!!!, y lamentablemente no siempre se consigue.

Para mí, ya sería todo un logro. Y adiós a la palabra fracaso … en cualquier caso, definámosla con una de nueva (cuando se aprenda, claro).

Saludos.

Atreverse a cambiar es de lo más difícil que se puede hacer en esta vida. Atreverse a vivir es ya lo más difícil. Felicidades por tu artículo, le ha sentado bien a esa parte del alma que se identifica tanto con lo que te pasó hace un año.

Un abrazo,

Bernat

Una entrada inspiradora. Meses después de que la escribieras, voy yo y la encuentro en un momento en que me viene como un guante: la magia de Internet.
Un saludo.

Me alegro de ello, Leo! 😉

Dejar un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.