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Carrer Alfons XII 75, 08022 Barcelona

Hago lo que digo, predico y pienso

Ya hace bastante tiempo que estoy anonadado y alucinado con todas las frases que corren por el Facebook, y en menor medida por Twitter, sobre como hay que comportarse en la vida. “Sigue tu camino… escucha a tu corazón” “Haz lo que te gusta” “Ama lo que haces”, etc., etc… Sí, vale, frases muy bien intencionadas, que tratan de darnos un chute de optimismo y hacernos reflexionar sobre que hacemos en este mundo y, en consecuencia, buscar una vida mejor y acorde a nuestros principios y deseos. Pero siempre me pregunto si todos los que las cuelgan en realidad predican con el ejemplo.

Me da la impresión que la mayoría de gente hace justamente lo contrario de lo que predica. Y, más allá, hace lo contrario de lo que el cuerpo le pide, de lo que le gustaría… al final todo lo que dicen es una proyección de lo que les gustaría ser y hacer. Algunos se callan, no lo exteriorizan… pero me temo que también hacen lo mismo. Viven algo que no es exactamente lo que quisieran vivir. O viven lo que “les toca vivir”…. Ponen buena cara pero son infelices.

No quiero ser, ni parecer, demasiado talibán. Entiendo que haya gente que dice no tener más remedio que hacer “lo que toca”. Pero también creo que la reinvención es posible. Dejarse llevar por lo que hay y acabar donde uno no desea exactamente puede pasar, pero os aseguro que hay una alternativa para quien sabe quien es, que le gusta y para qué vale.

Yo soy un ejemplo claro y vivo de quien se ha sabido reinventar conservando la esencia de lo que es, sin perder (creo) los valores y su filosofía. Ok, admito que hoy vivo por debajo de lo que solía vivir. Gano muchísimo menos de lo que solía ganar y hago, en consecuencia, muchísimas cosas menos de las que hacía antaño. Pero he recuperado mi vida, o una parte de ella, y eso no tiene precio.

En fin, a lo que iba. Es importante ser capaz de decir, hacer y pensar (en el orden que más os guste) lo mismo. No puede ser querer hacer algo, decirle a alguien lo que tiene que hacer y hacer lo que a uno no le llena (seguro que con tanto “hacer” os habéis hecho un taco). Un día alguien me contó algo así como que las personas en realidad éramos capaces de aunar emociones, acciones y pensamientos de forma armónica. Solo hacía falta parar, escucharnos un poco y ver la raíz de todo lo que significaba cada una de las cosas que hacíamos o sentíamos. Todo estaba interrelacionado y si uno lo entendía era posible alcanzar una especie de estado de paz o de “estoy haciendo lo que quiero y soy feliz”. No sé si es exactamente así… seguro que no, pero espero que se me entienda.

Así que voy a dejaros alguna perlas para ver si os pongo las pilas a todos:

  • No me vengáis con el rollo de que “la vida es así”. Que estoy perdido en el mundo, no sé donde voy, la gente me odia y todo es un desastre. Nadie dijo que iba a ser fácil. Hay que intentarlo. Solo da un paso y lo siguiente va saliendo. Pero hay que atreverse a hacer lo que uno quiere hacer (en el fondo).
  • No tratéis de ser quienes no sois. No vayáis de super hombres ni super mujeres. Todos somos débiles y sensibles (sí, vale, algunas personas no) pero no me digáis que no está bien saber que alguien puede ayudarte. Saber que alguien puede ser tu hombro y arrojarte luz sobre hacía donde ir. El que no sepa reconocer y aprovechar esto es que o es un idiota (por no decir algo peor) o tiene tal orgullo que se merece lo que le pasa.
  • Hay cosas más allá de… No quiero gente que solo va en una dirección, en la de la pasta. Que solo está porque tengo que sobrevivir. No me vale. Ya lo dije hace unos cuantos post, solo tienes una vida, así que aprovéchala.
  • Todos servís para algo. Todos, ¡¡¡TODOS!!!, tenéis algo especial. Algo que hacéis mejor que el resto. Y, además, que os gusta. Pero lo habéis olvidado en esta sociedad que premia el supuesto éxito basado en el dinero y no en el sentirse bien con uno mismo. Si sabéis que os gusta, que todos lo sabéis pero no queréis reconocerlo, y lo explotáis entonces podréis ser vosotros mismos. Maldigo esta crisis que ha hecho que tanto talento se haya desperdiciado por las prisas, la ansiedad y “el tengo que hacer”.

¡Jope! Me he quedado descansado, eh? No sé exactamente que le pasa a la gente pero está más perdida de lo que había estado nunca y lo peor es que ahora, gracias a las “nuevas tecnologías”, todo debería ser mucho más fácil.

La verdad es que a veces me pregunto por qué insisto tanto en tratar de hacerle ver a la gente lo que deberían ver por ellos mismos. Pero no tengo remedio. Soy así. Creo en lo que hago y no me importa hacer estas cosas aunque eso me cueste sentirme como si predicara en el desierto o como un tonto. En el fondo l@s que se lo pierden son l@s demás. L@s que no saben apreciarlo.

¡Qué tengáis una feliz semana! (de buenísimo rollo, eh?!!!!… ¡¡¡que soy más feliz que una perdiz!!!) 

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Comentarios (7)

Das coraje, así de fácil.

Ser coherente es la fórmula más aplastante para ser auténtico y, en consecuencia, para el éxito. Aunque suponga tener que ir a contra corriente, porque cuesta, claro que cuesta.

Zonas de confort, dejarse llevar, dan una estabilidad relativa. Para llegar a la fase del bienestar y poder afirmar que uno está bien consigo mismo, hay que ser muy valiente. Se tienen que pasar fases de autoanálisis, de revuelta interna, de enfado con uno mismo, y de maduración y de autoestima. Es igual que en un equipo (para que sea verdaderamente equipo), que no se pueden saltar, ni pasar de fase a fase sin haber asimilado la previa.

Me gusta tu último punto, en particular. Porque creo que tienes razón, y porque sólo cuando nos damos cuenta del “para qué valemos” (ahí es nada) nos damos cuenta que es el anclaje de los otros tres anteriores.

Gracias por haber escrito este post, no tanto por los amores universales que corren por la red, sino por motivarnos al propio personal.
Creo que todos tenemos una lección que aprender después de esta lectura.

Saludos ¡!!!!.

Gracias por el comentario Lídia!!! Esta mañana en el fb alguien dijo que yo tenía un «ego desmedido» y que estaba diciendo que el resto del mundo es tonto. Nada más lejos de la realidad. Los que me conocen, los que me conocéis, sabéis que si algo he aprendido en estos últimos años es a ser humilde. Y lo practico todos los días.
Sé de lo que hablo porque lo he hecho… lo estoy haciendo. Lo mio me ha costado. Pero estoy en la dirección correcta y creo que todos debemos aprender de las experiencias de los demás. Y quien no quiera aprender pues lo siento pero se está equivocando… no porque lo diga yo, eh? La red está llena de historias de superación, de cambio y de adaptación.
No hay nada mejor que salirse de la zona de confort. Lo aseguro de verdad!! De la buena!! 😉

Sabes que yo también lo aseguro, porque sabes lo que me costó. Ala, al menos ya somos dos que lo demostramos. A ver quien más se apunta.
Un abrazo.

Paulo Mandaleris

Quiza, y en vista de lo inalcanzable que es la coherencia absoluta, lo mas consecuente es declararse inconsecuente, aceptando las consecuencias.

Saludos

Pues esa es una muy buena frase, Paulo. Gracias! Es verdad, absolutamente no se puede alcanzar nada pero te aseguro que yo hoy estoy más cerca de lo que no lo había estado de esa «absolutez»… diría que en un 98%.
Pero tampoco creo que sea malo ser inconsecuente en algunas cosas, eh? me quejo más, quizás, de la inconsecuencia en las cosas vitales y que tienen que ver con los valores más que en otras algo más banales, no crees? Y, en el fondo, creo sinceramente que todo el mundo es capaz de hacer ese cambio y solo le falta determinación para salir de la zona de comfort (tu mismo estás en ello, verdad?)

Paulo Mandaleris

Siempre hay que estar tratando de salir de la zona de confort, eso es lo que no enseña y crea oportunidad. Siempre lo estoy intentando. Concuerdo contigo de que todo el mundo es capaz de hacerlo, pero en mi opinión lo difícil es saber cual es mi zona de confort y lanzarse a salir de ella. Coraje que en lo personal, la educación formal no me ha entregado….he ahí el dilema.

Paulo
Tu zona de confort es allá donde estás o lo que haces que no acaba de hacerte feliz pero que dominas porque llevas tiempo haciéndolo. Te sientes cómodo aunque no te haga totalmente feliz. Ojo, que puedes estar en tu zona de confort y ser feliz, eh? me refiero a cuando saber si lo estás o no. Empiezas a salir de tu zona de confort el día que tomas la decisión de hacer algo para cambiar las cosas… ni más ni menos.

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