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No es 2.0 todo lo que reluce

Hace unos días mi amigo el profesor @juandoming sentenciaba en twitter: “Hasta en la Web 2.0 hay envidias, incomprensible, así no hay manera de arreglar las cosas, la gente resta y no suma”.

Uno suele encontrarse por esos mundos del 2.0 con términos del tipo compartir, sinergiacoopetition, colaborar, etc… pero al final las personas somos seres humanos y, estemos o no en el 2.0, nos comportamos como tales. Tenemos nuestros recelos, envídias, miedos, defendemos lo conseguido, etc. No se comparte tanto como parece. Y no me estoy refiriendo a enlaces a noticias o artículos interesantes y prácticos, que eso lo hacemos muchos y en cantidad y está muy bien, por supuesto. Me refiero a compartir conocimiento de verdad. Es una paradoja, como parecía decir @juandoming, que eso ocurra en un entorno como en el que nos movemos y en una filosofía que se supone que todos compartimos (valga la redundancia).

Al final parece que compartir sí pero sin pasarse, que esto del 2.0, al fin y al cabo, no deja de ser una forma de vida o una forma de ganarse la vida y como tal hay que saber monetizarlo. Por eso algunos saben muy bien hasta donde pueden hablar y compartir. Y ahí está el tema. Como de esto se come, pues los que (mejor) se alimentan son los que menos comparten.

Si le echáis un vistazo a lo que algunos gurús dejan escrito en twitter, facebook o en sus blogs observaréis que hay una mezcla de buen rollo, de noticias propias (sobre sus éxitos), de noticias de sus clientes y una colección de enlaces y, la verdad, eso lo hago hasta yo. Pero aportarían mucho más valor si nos regalasen un poco de lo que saben: algo que hacen, la crítica de una herramienta, una reflexión con componente práctica, como hicieron tal o cual cosa que llevo al éxito de una campaña. Pero no me interesa si detrás de cada cosa que escriben hay un ejercicio de autopromoción o es una excusa para mantener su presencia on line.  Y no son todos, eh? Algunos son muy generosos. Otros, que no son gurús, también son muy generosos y, también los hay que hablan mucho de 2.0 pero de compartir conocimiento, nada de nada. O sea, que no sumamos todos igual… unos suman más que otros y algunos, hasta restan.

Ocurre algo similar con el tema de los doc que se cuelgan.  Algunas personas no quieren compartir sus conferencias o cursos (aunque sea un extracto). Y no lo entiendo, porque lo bueno de la presentación no está en lo que hay escrito, sino en lo que no está. Está en lo que dices en directo. En la pasión que le imprimes a la propia presentación, seminario, charla o curso. Y en la persona que la hace y eso, además, es «incompiable«.

Quizás soy un pelín inocente y debería ser menos “compartidor” (y no me estoy contradiciendo con mi post “Mi tiempo también tiene un precio”), pero si nos creeemos y vamos por ahí hablando de las ventajas y defendiendo la filosofía 2.0 deberíamos empezar por nosotros mismos.

Yo, de momento, ya tengo calados a esos que practican una cosa distinta de la que predican (sean o no gurús).

¡Feliz semana!

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Comentarios (15)

Cómo muy bien dices David, hay envidias y sobre todo egoismos en todos lados, en la web 2.0, quizás más, por qué? seguramente por su potencialidad de llegar a todos lados, pero afortunadamente hay antídotos:
Frentre a las Conferencias, desconferencias…frente a las frases grandilocuente, experiencias de la vida, frente a la parafernalia de palabras que la gente de la calle no entiende, lenguaje del pueblo y por encima de todo, crear ideas, conocimientos, aportar solucionaes a las cosas…
En fin, la web 2.0 es esto, para lo bueno y para lo malo, aunque para algunos sea una posible salida a muchos males, y actualmente tenemos unos cuántos.

Juandon

David:

Comparto lo que dices. Desde nuestro campo de batalla hemos señalado en varias ocasiones la falta de transparencia y escasa participación (por no decir nula) en la conversación, especialmente en lo que al mundo de la edición se refiere, excepción hecha de una pequeña comunidad de personas que comparten sus reflexiones y aportes de un modo más abierto. Lamentablemente, muchas veces el factor «tiempo» nos atenaza y nos impide participar más de lo que nos gustaría.

Observo un gran contraste entre nuestro ámbito y el anglosajón, por ejemplo (al menos en lo que al campo de la edición se refiere) en que, sino todos, muchos, explican y están abiertos a la discusión sobre lo que hace o piensa.

No sé si atribuirlo a cuestiones «culturales» o qué, pero entre tanto, cuenta con nosotros para seguir intentándolo!

Nuevo rollo: El empacho de medios sociales (#cansancio) « carreras 2.0

[…] Nuevo rollo: El empacho de medios sociales (#cansancio) https://www.davidsoler.es/no-es-2-0-todo-lo-que-reluce/ […]

Fantástico post, David, lo suscribo al 100%. Señalar que a veces tengo la sensación de que esto es algo muy autóctono, en otras latitudes no sucede tanto. Sin ir más lejos, como ejemplo, lo que dices de compartir presentaciones y documentos. En España es difícilismo que un experto cuelgue su presentación o el documento de una presentación, en cambio, en EE UU es algo habitual. Y como dices, el verdadero valor añadido está en lo dicho en directo, no sólo en el doc. Recientemente, en una reunión celebrada en España sobre bibliotecas y libro digital, el único «experto» que colgo su presentación o compartió sus impresiones y noticias en twitter u otro medio social fue uno procedente de EE UU, que a los 5 minutos de terminar su ponencia ya tenía colgada su presentación. De los expertos españoles todavía estamos esperando que culguen algo o tan siquiera comenten algo de lo vivido. Es un ejemplo simple, pero que ilustra de lo que hablas en tu post.
El secretismo, esa idea de que mi conocimiento es sólo mio y no lo comparto por si me quitan las habichuelas, es todo lo contrario al espíritu del conocimiento 2.0

Montse Fernández

Gran verdad: No es 2.0 todo lo que reluce – https://www.davidsoler.es/no-es-2-0-todo-lo-que-reluce/ (@dsoler)

David, excelente presentación!

No añadiré mucho a lo dicho por los demás, básicamente porque comparto con ellos que lo que aquí tratamos es un tema cultural.

Creo que en alguna de las tertulias que hemos mantenido, hemos comentado alguna vez la visión emprendedora de un español y la de un anglosajón. Un emprendedor español dificilmente explica sus proyectos, más aún es capaz de irse al ‘más allá’ con ese proyecto antes que alguien se lo quite. Esa es una característica muy nuestra, y que los anglosajones (almenos los que conozco) no comparten. Un emprendedor anglosajón priorizará el proyecto por delante de su ego.

Es una visión muy personal, pero creo que somos así y nuestra cultura incide demasiado en nuestro comportamiento dentro y fuera de la red.

¿Debemos cambiar? yo creo que sí!

Saludos!

Jose M. Montaner

Hola David. Muchas veces hemos hablado de esto: «To share or not to share, that´s the question», parafraseando al gran Shakespeare.
Más que de envidias (que haberlas, haylas, como las meigas) hablaría de inseguridades.
Si comparto mi know-how estoy abriendo la puerta de mis conocimientos y revelando el secreto de mi éxito.
Partiendo de esta premisa los gurús y menos gurús temen ser sustituidos, en futuros proyectos, por aquellos a los que han revelado “su gran secreto”, “su tesoro”. Aquí entra en juego el miedo a “…y si son mejores que yo”.
Quizá sea una de las causas de que se aplique la técnica del “cuentagotas” a la hora de compartir en la web 2.0.

@mando, @henry, @pablo y @miquel, estamos todos de acuerdo. Ya sabemos que sí, que por ahí fuera se le da mucha más importancia a las redes y a compartir. No tienes más que mirar la actividad, por ejemplo, de los grupos de discusión en LinkedIn.

Que cultura más rara la nuestra, ¿verdad? Mira que se han hecho cambios en el sistema educativo en los últimos 25 años pero esto parece que se resiste a ser «cambiado».

@juandon, totalmente de acuerdo.

Gracias a todos por pasaros por aquí y dejar vuestro conocimiento.

Jaume Armengol del Pliego

De nuevo un post que dispara a otra reflexión que se encadena a otras.

Desde luego David, me posiciono en tu lado de la acera. Compartir me parece más justo, enriquecedor y a largo plazo infinitamente más provechoso. Efectivamente hay muchos “gurús” que cada vez se banalizan más obsesionados con la presencia y alejándose del valor, ellos sabrán. Yo puedo decir que mi formación en Social Media o SEO viene de la red y mis “experimentos” por lo que quien no comparte pasa más pronto que tarde al cajón de los prescindibles (como espero hagan conmigo si no hago lo propio).

Yo más que el hecho de que no compartan el know-how, donde creo que hacen agua algunos megagurús es en lo poco conversacionales que son. Les cuesta horrores bajarse del supuesto pedestal en el que el tráfico, las menciones, los RT o los backlinks les han situado en apariencia para mirar a los ojos de la plebe. Ahí es dónde creo que fallan más… yo me limito a escuchar lo que creo tiene valor, y a aportar si en ese momento tengo un rato y algo que decir (pero no me como la cabeza con ello, igual que tampoco lo hago cuando uno de mis hijos no quiere probar el melocotón, pero como en su caso tengo una responsabilidad me busco una estrategia alternativa que le motive a hacerlo, los gurús ya aprenderán cuando otro que escuche más les sustituya). En ese sentido es donde creo que no es todo 2.0 lo que reluce (no tanto en lo que se comparte sino en el hecho de que se a veces cuesta establecer conversaciones y no discursos)

Por cierto, ya que estás podrías compartir tu lista de gurús de cartón piedra, ¿no?

En un universo tan lleno de información, que muta tan rápidamente creo que el know-how está perdiendo valor a marchas forzadas, para traspasar su protagonismo al “criterio” y eso, my friend, creo que es mucho más difícil de transmitir y de “copiar” ;-).

Mikel Iridoi "himikel"

Buenas, he llegado aquí gracias a @diegopoloroman, y me parece un debate interesante 😉

Se ha mencionado la filosofía 2.0, yo no creo que realmente exista una filosofía 2.0 que la definan unos valores…, los valores de colaboración no las dan las herramientas, los dan las personas, sus maneras de pensar y comportarse…

Los valores colaborativos vienen de mucho tiempo atrás en la red, desde los inicios de Internet, y es más, yo diría que se ha desarrollado tanto y tan abiertamente gracias al movimiento y la cultura del software libre, donde la participación, la contribución y el compartir es algo natural, sino nunca se habría completado todo un navegador como Firefox, o un sistema operativo como Linux, gratuitos y capaces de hacer frente a gigantes capitalistas como Microsoft.

Culturalmente tenemos que ir avanzando hacia el aperturismo, desde el convencimiento de que al compartir el conocimiento gana valor, y que además tenemos que avanzar hacia nuevas formas de trabajo en red, por ejemplo hacia redes colaborativas 😉

Muchas veces, el problema viene de la ingenuidad de pensar que nos van a robar «la idea», y es absurdo, ya que casi todas las ideas ya han sido ideadas por otros a los que no conocemos…, y lo que es realmente difícil es llevar a buen puerto la idea, y por ello normalmente el que es capaz de llevarlas a cabo, tambien es capaz de compartirlas, ya que tiene una gran ventaja en cuanto a su experiencia, y si la idea es innovadora también hay que considerar en que tiene la oportunidad de acaparar la atención antes que otros.

Contento por poder participar y compartir mi opinión y mis posts 😉
salu2!

@jaume y @mikel… eso que habéis escrito no son comentarios ¡son post!… mil gracias por esa cantidad de VALOR que habéis añadido a mi post.
Igual no es filosofía 2.0, no sé, le podemos poner otros nombres pero creo que en esencia estamos de acuerdo en lo que quise transmitir.
Y vuestros comentarios demuestran que sí podremos alcanzar auténtica meta colaborativa… estoy seguro de ello. Llámalo criterio, si quieres. Mientras aprenda algo, me da igual el nombre que le pongas 😉

Y, no, @jaume, no te diré los de cartón piedra. Aquí vamos en positivo… pero creo que son fáciles de adivinar.

Hola David,
me ha gustado mucho el post. ¡Gracias!

Es verdad que nos gusta poco compartir, por miedo a que nos copien nuestras ideas, ¡cómo si fueran únicas!

Tengo la suerte de tener un socio americano (que por cierto, no es nada típico) que me ha enseñado que es fantástico que te copien porque cuando pasa eso, quiere decir que estás haciendo algo bien.

Siguiendo con la idea de compartir, el miércoles participé en un evento de networking dentro del Día del Emprendedor, en el que Jack Hidary explicó, entre otras cosas, que el networking es compartir, dar antes que recibir, interesarte por otras personas,… (ideas que tu ya expusiste el día que te conocí en el networking que organizó EADA, hace unos meses).

Cuando los allí reunidos pasamos a la acción, o sea a conocernos, fue divertido ver cómo algunas personas se lanzaban a robarte tu tarjeta sin ni siquiera presentarse (hoy he comprobado que formo parte de sus listas de emailings).

Pero he de confesar que hablé con gente estupenda y que hoy he recibido varios emails de seres humanos que se interesan por los demás y que además me han alegrado el día.

Have a good day!

Olga

Hola David.
No pienso que lo que afirmas en este post sea contradictorio para nada con lo que dices en el post «Mi tiempo también tiene un precio». El conocimiento es de las cosas que crecen al compartir en lugar de menguar. El hacerlo no es inocencia sino sabiduría y el que pretende esconder una idea cómo si fuesen monedas en una caja fuerte sólo evidencia su mezquindad en mi opinión. Todo esto no quiere decir que debas estar a disposición de todo el mundo para satisfacer sus deseos. El servicio y el talento es lo que se paga y, como muy bien dejas entender, el servicio es algo más que compartir ideas y conocimiento. Hoy día casi toda la información y mucho conocimiento está disponible en Internet y sin embargo desafortunadamente siguen escaseando personas con talento. El talento no solamente es poseer información e ideas sino también tener la habilidad de saber relacionarlas, mezclarlas, hacerlas servir y reproducirlas en nuevas ideas. Me pregunto si los celosos de sus conocimientos lo son porqué…¿no tienen otra cosa que ofrecer?. En ese caso debe ser porqué los conocimientos que poseen son «enlatados» y limitados por si mismos. El auténtico conocimiento pienso que es líquido y autogenerativo. Quien lo posee y lo comunica nunca lo hace dos veces exactamente igual sino que dicho conocimiento fluye como el agua y se transforma adquiriendo los nuevos matices de la experiencia del autor.

Hola Toni, genial tu comentario. Hace unos días leí algo así como «que las ideas sean como un río y no como un estanque» (seguro que no es exacta pero espero que se entienda). Es lo que yo digo siempre: no importa que cuelgue mis presentaciones, charlas y cursos de slideshare porque lo importante no está en lo que allí se ve sino en lo que uno dice en vivo y en directo.. donde se demuestra, como tu dices, el talento sobre lo que dices saber.

Mil gracias por pasarte por aquí y por tan valioso comentario!

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