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El hábito de «piratear»

Hacia mucho tiempo que no hablaba del tema de la “piratería” en Internet. Pero antes de empezar dejadme hacer un par de aclaraciones:

  • No quiero hacerlo desde el punto de vista legal, aunque sé que significa legalmente “piratear” y las consecuencias que tiene.
  • En el caso de la música y los libros, por poner dos ejemplos fáciles, no solo afecta a los protagonistas sino a toda la industria, lo que se traduce en pérdida de puestos de trabajo. Sí, ya sé que alguien dirá que “es lo que hay” y que antes otras industrias también desaparecieron y no pasó nada. Pero ahí lo dejo porque me va bien para lo que quiero hablar aquí.

Lo que a mi me interesa de esto del “pirateo” es el por qué la gente lo hace. Eso que yo he llamado aquí “el hábito de piratear”. Hace tiempo que observo a amigos y conocidos que comparten archivos digitales. Son gente formada, con nivel cultural alto y económicamente bien posicionada. Pueden perfectamente comprar tanto los libros como la música que “piratean”, pero no lo hacen. Peor aún, conozco casos de personas que se bajan tal cantidad de archivos que necesitarían tres vidas para consumirlos.

Se comete un error cuando desde los lobbies y desde los estamentos oficiales se asocia “piratería” a ciberterrorista, transgresor, antisocial, etc. cuando en realidad esto de intercambiar archivos y, por lo tanto, “piratear” es algo transversal a toda la sociedad. Lo que hay que preguntarse es por qué la gente decide descargarse un archivo y no pagar por él y, aún más, lo hace sin ningún tipo de “remordimiento”.

Ahí está el auténtico quid de la cuestión. Compartir un archivo digital es una cosa tan simple y fácil que nadie le da el valor que pueda tener, ni piensa en que detrás de él hay alguien que se gana la vida con su comercialización. Lo hace y punto. Probablemente si les preguntáramos a esa tipología de personas que menciono más arriba que les parecería que pidiéramos que nos dieran gratis sus productos y servicios nos llamarían locos. No lo entenderían. Pero sin embargo lo hacen con esos archivos digitales. ¡¿Por qué?! Pues no tengo la respuesta. 🙁

Lo único que sé es que lo hacen y nada de lo que pueda decirles la industria, el gobierno o yo mismo les va a hacer cambiar de opinión. Y no creo que se reduzca a una simple cuestión de educación porque entre los jóvenes nativos digitales esto es aún peor. Y muchos ya han nacido leyendo todos los días lo malo que es “piratear”.

Tampoco creo que se solucione simplemente con un ajuste de precios. Una canción en iTunes no es nada cara. Ya no tienes que comprarte un CD entero, puedes consumir/comprar solo un tema y lo guardas en tu ordenador, igual que haces con toda esa música que te bajas. Pero no lo hacen.

Muchas personas consumen archivos digitales, se los guardan, los comparten con los demás y no pagan por ellos y no creo que lo vayamos a cambiar en el corto plazo. Es algo que ocurre, cada día más, y lo que deberíamos hacer es pensar de qué modo podemos hacer para que este hábito no impida que los contenidos puedan seguir generándose. O sea, pensar un poco como hacen los negocios que se basan en estrategias freemium donde un porcentaje pequeño de los usuarios son los que mantienen, básicamente, el modelo de ingresos acompañado, la mayoría de ocasiones, por la publicidad. En el mundo del entretenimiento la respuesta resulta bastante obvia y fácil: publicidad, sponsorización, venta de entradas a espectáculos, derechos de transmisión, etc… (aunque eso no quita que los que viven alrededor del negocio, los que venden el CD o el DVD físico, sufran, claro).

No está tan claro en el negocio de los contenidos pero algo habrá que pensar. No veo tan descabellado insertar publicidad en los archivos digitales y, por qué no, en los propios productos físicos. Sponsorización tanto de productos como de servicios (librerías que organizan actos apoyados por un patrocinador). Dar servicios de valor añadido a los “que pagan”: encuentros pagados y/o patrocinados; foros cerrados; productos exclusivos… desde el lado del creador o su productor/editor/etc. Servicios exclusivos en el punto de venta, compra colectiva aplicada a clientes habituales (los Premium) que pagan o no una cuota. Clubes de “proximidad”.

A todo el mundo le pareció raro cuando los estadios y pabellones deportivos empezaron a tener nombres comerciales. Ahora a nadie le parece extraño. Igual habría que empezar a pensar así.

Lo que está claro es que esto tiene pocos visos de cambiar porque los mismos modelos freemium no ayudan mucho a cambiar la percepción sobre las cosas. Es lo que hace que muchas cosas pierdan su valor percibido. Pensando igual como lo hacíamos hasta ahora no conseguiremos cambios para problemas que son absolutamente nuevos.

¡Que tengáis una feliz semana!

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Comentarios (8)

Sebastian Gersbach

El planteo es muy interesante y no sólo atañe a la piratería, tiene que ver también con hábitos y comportamientos propios del ser humano.
Las personas le adjudicamos un valor emocional a las cosas en función del grado de satisfacción que nos proporcionan. La ética, la moral quedan en segundo plano.

Esto es más evidente cuando la acción se da en el ámbito privado donde estos “malos comportamientos” no están expuestos a la opinión pública. Y también cuando el daño que producen esta acciones están fuera de nuestro alcance y no afectan nuestro estándar de vida. A ver, como cuando vemos caer un edificio en la India matando miles de personas que hacen nuestras camisetas por salarios irrisorios. ¿A cambiado esta catástrofe nuestros hábitos de consumo?

Lo dudo.

Lo que no hay dudas es en lo caprichoso del comportamiento social, que actúa de forma adolescente. Hay una cantidad de ejemplos de conductas antisociales que realizamos simplemente “porque se puede” mismo sabiendo que del otro lado alguien sale perjudicado.
Entonces ¿cómo puede la industria tratar con un consumidor tan indisciplinado? Yo no tengo la respuesta pero me temo que es mas un trabajo de psicología que mercadotecnia.

Interesante el plateo que haces David, porque es un tema, el de la piratería, que se habla constantemente y a veces se reduce a «es una cuestión de educación» y «falta mano dura legal».

Hace unos 5 años plateé en el Máster en Edición de la UPF la inclusión de publicidad en los libros y los ojos encendidos de algunos de mis compañeros evidenciaron que lo que dije no les gustó nada de nada y se armó una interesante discusión al respecto. Los argumento estándares sobre el libro es cultura, es un producto cultural, que cómo se lo va a pervertir con publicidad, etc.,etc. fue lo más habitual. En resumen, que poner publicidad en un libro es un sacrilegio pero que una empresa lo auspicie y su logotipo vaya en la portada no… en fin.

Si no se encuentra la vuelta de tuerca a la producción y comercialización de contenidos creo que también el panorama de la edición está complicado.

¡Un abrazo!

Sebastián estoy de acuerdo en lo que dices pero es que el trabajo de psicología no sé si tiene tiempo suficiente… ya dudo mucho que la educación sirva para algo puesto que es un trabajo de largo plazo para un problema que requiere soluciones de corto plazo. No hay que dejar de hacerlo, por supuesto, pero no tendrá el efecto inmediato que muchos esperan 🙁

Totalmente de acuerdo Mariana, estos dogmas forjados a hierro tienen a algunos sectores paralizados…. y el tiempo corre… e Internet y los usuarios van más rápidos!

Gracias a los dos por pasaros y comentar! 😉

Te contesto a tu artículo «El Hábito de Piratear», porque me lo ha enviado un amigo, con el que supongo que tendrás algún tipo de relación.
Es algo que no suelo hacer, porque en este mundo global prefiero mantenerme individual.
Y aunque creo que tienes razón en el sentido de que hay que hacer algo para evitar la piratería, déjame que te haga alguna puntualización en el sentido de por qué se piratea.
Los orígenes creo que están en los grandísimos abusos que ha habido a lo largo de la historia, por parte de los grandes empresarios, que sabiendo que hay unas necesidades, unas creadas y otra naturales han sabido crear y buscar los recursos para sacar pingües beneficios de tales necesidades y me explico.
Probablemente de los pirateos iniciales está el del software. Creo que no hay ningún usuario particular, en las empresas paga otro, que no le haya parecido excesivo los precios de los programas y me refiero a los primero como puede ser Word Perfect, Lotus 123, Corel Draw y los restantes de la epoca.
Soy de los que hacen programas informáticos de gestión y sé que el desarrollo en estas empresas y para eso programas, se necesita una grandísima inversión para llevarla a cabo y otro tanto para su mantenimiento y y desarrollo, por supuesto. Otro tanto, probablemente mayor para todo el marketing que va unido para la venta del producto, lo mismo solo que incrementado de forma elevadísima, para remunerar el capital necesario para ponerlo en funcionamiento, etc. Más aún para inversión en oficinas debido a la gran expansión como consecuencia de los beneficios generados. Y todavía mucho más por la especulación financiera de expertos profesionales contratados con emolumentos impensables para realizar una ingeniería financiera de relativa relación con el producto.

Cualquiera diría que ese es el juego de la sociedad económica que nos toca vivir pero yo me anticipo y lo digo ya mismo.

El software no ha sido necesario, sí lo ha sido la cultura y el mismo negocio se ha desarrollado de forma similar en el sector del libro. Lamentablemente el libro comienza a desvirtuarse porque está asignado como producto cultural, pero desde que yo soy chico y ya han pasado un montón de años, los libros que se han editado para dar esa cultura a los niños en edad escolar, han variado de año en año, no la esencia sino la presencia con la única finalidad de poder vender la misma sustancia envuelta en otro envoltorio. A nadie nos asusta los contratos millonarios que una de las editoriales españolas afin a las ideas de un cierto partido politico, obtuvo concursando para editar los libros escolares de practicamente casi toda sudamerica y cuya adjudicación fue cuasi digital.

Y la música, ha sido tres cuartos de lo mismo. Tampoco voy a abundar en ello.

No ha habido piedad ni bajada de precios por volumen de producción, ni absolutamente nada que pudiera beneficiar al usuario final, antes al contrario se le ha inducido por medios un tanto oscuros, que para proceder a la gran amenzaza cibernética, todo el mundo debría comprarse varios antivirus y de hecho los hemos tenido hasta en la sopa por lo persistentes amedrantamientos de las mismas compañías de las que hablaba en un principio.

Tampoco hace al caso hablar aqui de los productos farmaceuticos pero todos entendemos la impunidad de los mismos, los precios dumping que imponen, los márgenes desorbitados que fijan etc.

Hay que hacer algo. Y es cierto. hay desarrolladores que han visto que haciendo los mismos o similares antes mencionados y acudiendo a un mercado global, pueden ofrecer sus productos desde 0,89 € hasta los muy muy caros 19,- € o precios parecidos.
Hay una diferencia basica en la concepción de la generacion de negocio y beneficio.

Curiosamente entre las dos mas grandes compañías de producción de sistemas operativos, Windows – Ios, los precios son radicalmente opuestos, la piratería es infinitamente menor en un sistema que en otro, la divulgación va en sentido opuesto,y la piratería en resumen es mucho más baja en Ios que en Windows. Quizás influya el precio, la venta a un numero mayor por acceder a ese software, libro, musica etc y que la gente empiece a pensar lo mismo que ha sucedido en este país con la Sociedad General de Autores, que en pro de los derechos de cada uno de los adscritos se ha perseguido con saña hasta en bodas y bautizos por tocar una canción universal y cuyos beneficios, han parado poco en la Sociedad y menos en los Autores.

Por eso la sociedad y la juventud se rebela ergo piratea.
Como creo que se podría cambiar la tendencia? Desde luego con voluntad de los productores en hacerla cambiar, pero mucho me temo que los que tengan la sartén por el mango, pocos cambios van a querer hacer y que no van a bajar los precios por muchas unidades de millón que se vendan de ninguno de sus productos.

Es un problema economico social, donde los productores dominan la economía y un sector pequeño, domina la piratería. Lo tienen tan fácil como incrementar el precio de sus productos tansolo unos cuantos céntimos para paliar las pérdidas por piratería y de paso unos cuantos céntimos más para curarse en salud.

Muy amable por dejarme exponer mi opinión y un saludo cordial

Hola Pedro

Genial tu comentario. Muchas gracias por hacerlo. Fijate que en lo del precio bajo tengo muchas dudas… creo, en cualquier caso, que los precios son desorbitados para libros (especialmente ebooks) y CD’s, pero no estoy seguro que bajando precios crezca la venta. Sí, vale, crecerá algo pero no sé si de forma proporcional, por eso digo que esto ya es un hábito y es difícil de cambiar. Es una intuición pero tenemos el ejemplo iTunes que, siendo muy grande y vendiendo muchísimo, no ha frenado la «piratería» de la música. O sea, que hay gente que ni a 1 euro compra una canción.
Pero tienes toda la razón en lo que dices. No había caído en el ejemplo de iOS y Windows.. curioso.
Mira, te dejo este enlace de un artículo que lei esta mañana y me gustó. Va, más o menos, al hilo de lo que hablamos: http://www.cibersur.com/013775/industria/cine/suspende/estrategia/digital

Saludos!!!! Gracias a ti!

Jesús García

Buenas tardes a todos, David, el artículo al que haces referencia es en relación a la presentación que realizamos el pasado día 11 en Madrid del ESTUDIO DE IDENTIDAD DIGITAL EN EL SECTOR DEL CINE, muy al hilo de tu post, en el que se analiza mercado, hábitos de usuarios y marcas y en el que organizamos una mesa redonda con representación de la industria.

Muchas gracias Jesus por la info! Lo voy a ver con calma, seguro que está de maravilla. Veo que monitorizais muy bien la red. Celebro que hayáis encontrado mi blog entre la cantidad de sitios que os habrán referenciado. Mil gracias de nuevo.

[…] cuesta mucho imaginar una forma de perseguir el contenido potencialmente malo sin caer en la censura previa. Para mi es un mal menor o un daño colateral. Contra eso, educación desde edad bien […]

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