Scroll Top
Carrer Alfons XII 75, 08022 Barcelona

Compartir, Colaborar y Contratar

Vector - Apretón de manos by DragonArt

Hoy nos vamos a poner en modo #BarrioSesamo (Sesame Street)  y haré de Coco para explicar la diferencia entre estas tres grandes Cs: Compartir, Colaborar y Contratar.

  • Compartir. Es cuando alguien tiene algo que cree que le sobra y se lo presta o regala a otra persona o grupo de personas. O no le sobra, simplemente lo da porque quiere. Hoy, gracias a Internet y la web 2.0, muchos compartimos nuestro conocimiento de forma gratuita para beneficio de la sociedad. Algunas personas lo hacemos, para ser sincero, como forma de demostrar que sabemos de algo y como herramienta de marketing para vender lo que también llamamos como “valor añadido” (aquello por lo que queremos cobrar, se entiende, no?). O sea, estoy dispuesto a regalarte algo que, valiendo algo porque tu no sabes eso, me sirva para que en algún momento alguien necesite más y me compre ese “valor añadido”. Pero, eso está claro, el “intercambio” inicial no presupone ningún tipo de contraprestación.
  • Colaborar. Cuando estás inmerso en un proyecto que te supera o tienes una duda, buscas a personas que quieran ayudarte para que Colaboren contigo y te cubran aquellos aspectos que tu no puedes solucionar. La colaboración suele ser retribuida y esa retribución puede, también, ser en forma económica o en forma de intercambio o por un fin que, usualmente, traerá algún beneficio a los que colaboran. Hoy en día, por ejemplo, se ha llegado a un sistema muy interesante como son los bancos de tiempo donde la moneda de intercambio es el tiempo. Como veis, a diferencia del anterior, aquí sí hay, siempre, algún tipo de beneficio para todos los que participan de este tipo de intercambio.
  • Contratar. Es el modo avanzado de colaboración puesto que, de entrada, no sólo pides ayuda sino que estás dispuesto a pagar por esa ayuda. A diferencia de la colaboración, aquí se establece una relación Cliente-Proveedor. La contraprestación es siempre económica.

Hace unas semanas hablaba con mi amiga Paula Colantonio de esas personas que, cada día más, nos envían mensajes a los que Compartimos lo que sabemos para solucionar dudas que no hemos compartido antes pero que, y ahí viene lo gracioso del caso, no pretenden ni Colaborar ni Contratar. O sea, son personas que deberían leer las tres definiciones anteriores porque no han entendido la diferencia entre las tres palabras. El tema es sencillo: si Comparto lo que sé contigo y, por lo tanto, te lo estoy regalando es porque lo que No Comparto contigo es lo que no quiero regalarte sino que prefiero que me lo Contrates o, si no puedes, me des algo a cambio (formato Colaboración, vamos).

Pero vale, bien, vamos a asumir que lo hacen sin saber la diferencia entre los tres conceptos pero sin ninguna maldad (hablo en serio, eh?… no es ironía). Ya que me pides algo y yo dedico unos minutos a responderte, porque al final siempre lo hacemos, más o menos extenso y con más o menos detalle, pero lo hacemos y, eso sí, con escrupulosa educación, podrías responder con un “gracias por la info”. Ya no pedimos un “ah! Perdona, tienes toda la razón pero es que bla, bla, bla”.

Lo más paradójico de este tema es el perfil de la mayoría de personas que actúan así:

  • Buscan cosas gratis. Descargan pelis, música, van a todos los cursos que organiza el ayuntamiento o cualquier institución, siempre que sea gratuito, claro.
  • Pero su “trabajo” lo venden, por supuesto. Ni se les pasa por la cabeza que alguien les pueda “robar” su tiempo. Eso no, nunca.
  • Abominan de todo precio de las cosas, todo les parece carísimo… menos lo suyo. Eso ni se lo llegan a plantear.
  • A algunos, incluso, parece que les molestan ciertas actitudes de esas personas que “no ayudan” (ahora sí es ironía) porque después los ponen de vuelta y media en Internet llamándoles “altivos”, “pretenciosos”, “endiosados” e, incluso, “gurús”.

Porque en el fondo lo que les gustaría es ser ellos los gurús, los que fueran sistemáticamente solicitados, pero cobrando, claro. Presuponen, porque si no es así no entiendo porque lo hacen, que ya nos ganamos la vida por otras vías y no nos queremos ni debemos ganar la vida con ellos que están empezando o tienen dificultades para retribuir por lo que preguntan. Pues se equivocan. Una vez más, nosotros decidimos a quien le regalamos el tiempo y, al menos en mi caso, lo haré si el proyecto me interesa y, sobre todo, si me lo dices y pides como debe ser.

Pero ellos también se equivocan porque sí tienen algo que pueden darnos: su tiempo. Si eres un pastelero, pues envíame un pastel. Así de fácil. Y si no lo eres y vives cerca de mí, invítame a almorzar o a tomar algo. Te daré la misma información y quedarás infinitamente mejor. Y, además, es muy probable que a partir de ese momento me puedas preguntar más cosas y yo te las responda. Trueque, vamos. Co-la-bo-rar. Intercambiar, si quieres.

Ya sé que si no preguntas la respuesta siempre será no. Hasta ahí lo entiendo, y entiendo que hagas la pregunta pero os daré un par de pautas para la próxima vez que tengáis que hacerlo:

  • Ya puestos a dedicar unos minutos a escribirme y a preguntarme algo que ya deberías saber que no regalo sino que vendo, dedica un minuto más a escribir un párrafo al principio en el que me digas que quizás la pregunta que me vas a hacer está en mi blog, y no la has buscado, o que quizás yo cobre por darla y, ya puestos, uno final que diga aquello de que “si la pregunta no toca, lo entenderé. Sin problemas”.
  • Como seguro que te voy a responder y yo sí sé que invertiré unos minutos en ti sabiendo que el ROI de esa inversión será 0, me contestas con un enorme y efusivo “Mil graciassssss!!!! Si alguna vez necesitas bla, bla, bla”.

Yo también pregunto a colegas y amigos cuando no sé algo. No me libro de esto. Pero siempre vigilo a quien se lo pido y lo hago con gente/amigos a los que les di algo anteriormente o se lo voy a dar en breve y, claro está, si no lo he hecho ellos sí saben que pueden pedirme y les daré.

Hablando de Colaboración, esta semana celebramos #AERCOmparte III donde hablaremos, justamente, de Economía Colaborativa y la próxima semana haré otra reflexión al hilo de la Colaboración y de este AERCOmparte y el impacto que ha tenido entre los profesionales de los Medios Sociales entre los que hay muchos de “esos”. Ya veis, también aquí encontramos el Compartir, Colaborar y hasta el Contratar (sacar los tickets en este caso).

Hasta aquí el post-queja de hoy y mi personaje de Coco y Barrio Sésamo se despiden hasta un nuevo capítulo.

¡Que tengáis una feliz semana!

Foto con licencia CC de DragonArtz
0

Comentarios (10)

Como siempre, más claro imposible y, como siempre, aunque nos quejemos, finalmente damos aquello por lo que queremos cobrar, porque, como más de una y de dos veces hemos comentado, sale de nuestra forma de ser y actuar, resolver la duda que nos plantea cualquier persona, sea directamente y en persona o contestando a los comentarios-consultas que escriben en nuestros blogs. Queda una opción, deshabilitar la posibilidad de comentar las entradas, pero ya no seríamos nosotros mismos.
Un abrazo David.

Muchas gracias por el comentario, amigo mío! Es un placer volver a verte por aquí. Y tu, como yo y toda la troupe barcelonesa-xinguera, sabemos bastante de esto. Anda que no nos hemos ayudado en multitud de ocasiones pero, siempre, cambiabamos el que daba y que recibía. A eso me refería, no me importa dar con gente como tu y la troupe, por ejemplo, porque sé que un día me vendrá de vuelta. Como así ha sido.
Pero es que hay gente que ni siquiera agradece cuando les respondes (aunque seas breve) … y eso me parece grave. No cuesta nada un simple mail diciendo «Gracias».

Un abrazo Jose!!!!

😉

Genial post David, y sonrío porque este es un tema recurrente y que hace poco escribí en mi blog citando, a su vez, un post tuyo de hace más de dos años: goo.gl/XGUpQ1 Independientemente del nombre que se le dé al «mangueo» (*) (como lo conocemos en Argentina) a pelo seco es característica de caradura, sin más.
«Por favor» y «Gracias» son dos palabras que deben estar siempre que uno pide ayuda y/o colaboración, además del respeto por el tiempo del otro.
¡Abrazo!

(*) Manguear deriva de la expresión «tirar la manga» y se asocia a la costumbre que tenían los mendigos a principios del siglo pasado de tirar de la manga de los que pasaban a su lado (estaban sentados en el suelo) para pedirle limosna.

Hola Mariana,
Sí, leí tu post cuando lo publicaste y, entre el post y lo que había comentado con Paula una par de semanas antes, me entro la inspiración para volver a tocar este tema. Y no solo es una reflexión en voz alta sino que en las últimas tres semanas ya he tenido 3 de estas «free-quick-consultancy»

Gracias por el comentario!!

[…] Internet nos permite compartir nuestros conocimiento, encontrar colaboradores para crear proyectos que beneficien a todas las partes y contratar a especialistas que nos ayuden.  […]

Esta genial David, que las cosas hay que decirlas claras y por su nombre. Tu «reivindicación» me parece muy acertada; la pongo entre comillas, aunque podría ir perfectamente sin, con todas las de la ley.
Y las gracias … por Dios, qué menos que eso. Principio de educación, y si no se reciben, pues ya se ve de que palo van.
Sigue con, y sobe todo como, lo haces.
Buen fin de semana.

Gràcies Lídia!!!! 😉

las tres grandes Cs / GONSIBlog | Blog inmobiliaria Gonsi

[…] mi nombre es Íñigo fernández de liencres mendoza y como “para escribir hay que leer”, el pasado 25 de noviembre estaba leyendo un post en el blog de David Soler con el siguiente título: “compartir, colaborar y contratar” […]

[…] esencia de la web social es compartir. Es innato a la red. Tener un perfil, personal o corporativo, y no generar contactos es lo mismo […]

Dejar un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.