En estos días se habla mucho del auge de las redes sociales y profesionales tipo Facebook, LinkedIn, XING, Twitter, etc. Parece una moda, mucha gente se apunta a ellas pero parece que pocos las usan y menos los que la usan con fines profesionales.
Las redes sirven para algo más que para coleccionar contactos, amigos y socializar. Hoy en día no considerar las redes dentro de la estrategia empresarial es un riesgo, es como no tener email o darle la espalda a la web 2.0. Pero pocas empresas lo entienden así. En realidad son una potentísima herramienta para, entre otras cosas, “puentear” el mundo, una forma de iniciar o apoyar un proceso de internacionalización ya que le da una dimensión planetaria a tu empresa. Dejas de ser local para ser internacional aunque no vendas fuera de tu barrio.
De hecho, tener “sólo” una web en la red no garantiza ni que nos encuentren ni nos generará tráfico hacía la propia web. Interactuar con tus posibles clientes, generar imagen de marca, que a gente de empresas de tamaño más grande que tu o que a líderes de opinión les suene tu nombre es lo que a todos nos gustaría conseguir. Y eso puede hacerse en una red social o profesional. Evidentemente para internacionalizarse hay que hacer algo más pero, si no se está en mercados exteriores, ya es una forma de empezar y es una fantástica manera de fortalecer tu imagen si ya estás internacionalizado. Además, son un modo sencillo para presentar qué haces, como lo haces y que tienes para ofrecer.
Pero, además del tema de la imagen, uno puede conectarse con alguien del otro lado del charco y quien sabe si puede ser un buen contacto para un negocio. Así que también sirven para que otros miembros de la red te cuenten sobre mercados interesantes o te den información de hacia dónde es mejor internacionalizarse. Y también sirven para encontrar partners, distribuidores, agentes, etc. con los que iniciar el proceso de ataque a otros mercados.
Por supuesto que sirven para otras cosas y que no basta con “darse de alta”, pero eso daría para otro post. Ahí dejo la reflexión y esta pregunta: ¿Cuánto tiempo seguirá tu empresa sin contar con las redes en su estrategia?
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