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Influencers: Aunar profesionalidad y credibilidad con popularidad e ingresos

Imagen de http://www.tombstonebuilder.com/

Hace unas semanas escribí la publicación de la imagen adjunta en Facebook. Para los que no sepan a qué se refiere (de nuevo no voy a enlazar el post original), y resumiéndolo mucho, les aclaro que quería expresar que no estaba de acuerdo en la forma que tenía la protagonista de manejar, y tratar de aunar, su profesionalidad (periodista), su posición de persona mediática y, por lo tanto, modelo para algunas personas, con su forma de querer ganar (más) dinero. Nota: admito que estoy presuponiendo que trata de hacerlo. Podéis ver que la publicación tuvo bastante éxito (70 «me gusta» y 45 comentarios).

Publicación Carbonero

Vaya por delante que me parecen perfectas dos cosas:

  • En su blog cualquier bloguero es libre de hacer lo que plazca, que para eso es suyo.
  • Es muy lícito querer ganar dinero con tu blog (podéis ver esta interesante mesa redonda de blogueros en el AERCOmparte II donde hablan de ello) y hacer branded content, así como tratar de monetizar tu posición mediática o de popularidad.

Tomando este hecho, a partir de aquí hablo en general de como manejar tu profesión, y popularidad o no, con el querer sacar réditos económicos y el impacto de todo ello en las marcas que pagan por ello. Ya no me refiero al post de Sara Carbonero únicamente.

El problema creo que viene cuando no lo hacemos bien, pudiendo ganar, creo yo, lo mismo. El caso que nos ocupa es un ejemplo de “mal” branded content o de simple publicidad. ¿Por qué? ¿Dónde creo que se ha equivocaba la protagonista (repito, extensible a otras personas y casos similares)?

  1. Aprovechar un suceso de fuerte impacto social y colar al final una noticia personal y una dosis de promoción de tu sponsor no creo que hable muy bien de tu profesionalidad (en este caso como periodista).
  2. No sé hasta que punto puedes conseguir ser visto como “profesional serio” (nótese que lo pongo entrecomillado) cuando sigues alimentando con argumentos a los que creen que no lo eres. Es como todos estos famosos que venden su vida en la tele y luego reclaman privacidad.
  3. Cualquier persona que ha alcanzado un nivel mediático por encima, o muy por encima, de la media, debería ser consciente de su posición como referente social (algo similar pasó con Jordi González en el caso La Noria). No pido que se vuelva un ejemplo y tenga que perder naturalidad o dejar de hacer lo que le apetece pero creo que hay que devolverle a la sociedad algo de lo que ella te da y, como mínimo, tener cierto nivel de responsabilidad sobre el impacto de tus acciones públicas.
  4. Hay formas de ganar dinero con tu visibilidad (en tu blog, con tus tuits, etc…) que aúnan perfectamente todas tus facetas sin perder las posibilidades económicas de las que hoy gozan estas personas (vale, aunque por mera coincidencia, el ejemplo de los futbolistas que tienen que tratar de ganar el máximo de dinero durante su corta vida profesional antes de perder popularidad).
  5. Hay que tener mucho cuidado con lo que se cuelga en una red. Por varios motivos:
    1. Porque perdura en el tiempo y de forma más latente que cualquier otro medio hasta hoy. Ya no hay que esperar a que alguien te recuerde que pasó y/o a tirar de hemeroteca. En las redes todo vuelve y si no, tenemos a San Google que lo deja allí para siempre.
    2. Porque el impacto es mucho mayor ya que gente que incluso sea poco afín a un tema concreto se entera de ello aunque no esté al tanto.
    3. Porque en las redes ya se sabe que todos nos volvemos más valientes y más despiadados (véanse todos los casos de famosos que abandonan las redes por sentirse “acosados”). A este respecto ya hablé en su día sobre lo importante de tener la piel dura en tu vida en las redes. Y esto se amplifica cuando se trata de alguien famoso.
    4. Por eso hay que hacer un buen uso y no caer en errores tan famosos, y de principiante, como tuitear que tal modelo de móvil es buenísimo cuando envías el tuit desde el dispositivo de su competencia más directa.
    5. Porque aún asumiendo que muchos famosos, y no famosos, ganan dinero con su posición en redes sociales no deben olvidar que esa ventaja se la da sus seguidores y éstos están ahí por la credibilidad que le otorgan al personaje. Perder credibilidad es perder seguidores. Y perder seguidores es, a la larga, perder dinero. Y, añado, que no hay que minimizar el impacto pensando que son minorías, cuatro gatos, porque Internet está lleno de grandes minorías.
    6. Y todo esto, ¿qué impacto puede tener sobre la marca que paga?  Dependerá de si toda la artillería se carga contra el famoso pero no creo que sea positivo sobre el branding de la marca.
    7. Y, finalmente, porque cualquier desliz en una red social, teniendo en cuenta que en el momento que cuelgas cualquier cosa le pierdes el control, puede traerte resultados desastrosos. Leed detenidamente la crónica de Mando sobre el ya famoso tuit de la RRPP Justine Sacco.

¿Qué se puede hacer para ganar dinero y que no se te “note”?

Ya hablé en su día de que a mi no me molestaba, y creo que no debe molestarle a nadie, el branded content y menos a través de personas (famosas o no). La razón básica, aunque suene algo simple, lo admito, es que, además de imparable e imposible de cortar, es algo que se lleva haciendo desde siempre en las películas, en la esposorizacion de eventos e instalaciones, en la ropa que se lleva en la entrega de premios, etc… y nunca nadie se ha quejado.

En una situación así yo aconsejaría lo siguiente:

  • Escribir el post de Mandela y al día siguiente explicarnos con qué estaba pintando la habitación de su hijo (seguro que a sus seguidoras les interesa saber esos detalles de su vida personal). O sea, no mezclar cosas especialmente cuando no tienen nada que ver y cuando se advierte de forma tan evidente que se está haciendo publicidad.
  • Si el tema del post y el producto que quieres promocionar tienen relación y en el texto queda de forma armoniosa, perfecto. De lo contrario no lo mezcles porque vuelves a perder credibilidad y te generas “enemigos” de una forma totalmente innecesaria. ¡No alimentes a tus detractores!
  • Aún más cuando el tema principal del que quieres hablar es algo que ha tenido una repercusión mediática y, sobre todo, social importante. Hay algunos temas que son delicados y sobre los que no hay que tratar de que se pueda pensar que estás sacando provecho (es exactamente el mismo ejemplo del que hablaba en el caso de la Noria y Jordi González más arriba).
  • Como no me importa que un bloguero gane dinero con su blog, no me importa que escriba sobre productos. Eso sí, es altamente deseable que lo que escriba se base en su experiencia y, sobre todo, que se lo crea. Es importante para cimentar tu credibilidad. Recuerda que en este punto te conviertes en una especie de crítico de algo, así que se supone que tienes tu propios gustos y criterios que no tiene porque coincidir con la gente que pueda llegar a leerte, pero sí se te debe ver como alguien honesto.
  • Puedes incluir la misma publicidad insertando un banner en medio del post. O poniendo ese banner por tiempo determinado en la barra lateral.

Siempre digo que el marketing en medios sociales tiene más que ver con Relaciones Públicas que con marketing o publicidad tradicional y, por lo tanto, hay dos cosas que aconsejo: pensar a largo plazo y que no hace falta pasarse el día hablando de uno mismo sino encontrar cosas que te posicionen y ayuden a vender pero sin hacerlo de forma descarada (ojo, en el 90% de los casos, eh?, hay sectores y marcas donde algo así no aplica).

¡Que tengáis una feliz semana!

Imagen de tombstonebuilder.com
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Comentarios (1)

[…] semana pasada reflexionaba sobre algunos peligros y/o excesos que se producen en la estrategia de marketing social que algunas marcas hacen c… así que esta semana me he decidido por explicar como armar una política de PR con […]

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