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Accionitis

Hace un tiempo hablé de la diferencia entre estrategia y táctica. Son dos conceptos muy fáciles de entender pero que, a menudo, se confunden. Hoy os voy a hablar de otro mal que deriva de esta confusión: “la accionitis”.

La “accionitis” es un mal que afecta a muchas organizaciones y cuyo síntoma más claro es el de hacer muchas cosas, todas sin casi pensar, porque a alguien le gusta hacerlo o porque alguien conoce tal o cual herramienta que permite hacerlo, porque les suena que eso estaría bien… o sea, que son cosas que hacemos sin, de verdad, saber si nos van a ayudar en nuestra estrategia pero que acometemos porque alguien se levanta, lo dice y, el resto, pensamos que el tipo sabe más sobre esto y que es mejor no llevar la contraria no sea que vaya a parecer que soy un aguafiestas o, peor aún, un completo estúpido.

El hecho de hacer 1.000 acciones o de levantar 25 sitios sociales lo único que demuestra es que realmente no sabes por donde vas, que el corto plazo te paraliza y que sí, que tienes muchas ideas, que es posible que puedas ponerlas en marcha y que conoces algunas herramientas. Pero ¿y qué? ¿después qué?

Este es un mal muy generalizado en esta profesión de “consultor 2.0”. Uno se presenta ante un cliente que tiene poca cultura digital y le suelta, así sin despeinarse y con semblante serio, que debería abrir 10 cuentas sociales en sitios de lo más variopinto. El cliente piensa “¡que tipo más bueno! ¡cuánto sabe!” y el consultor 2.0 ya sabe que va a poder cobrar su factura. Pero ¿qué hará con esos sitios? ¿alguien pensó de que los va a llenar? ¿tendrán continuidad? ¿sabe realmente para que sirven y que papel juegan en su estrategia? Realmente ni lo sabe ni le interesa saberlo. Solo quería sorprender a su cliente (o a su jefe si hablamos de una empresa) y lo consigue. Eso está clarísimo.

Pues bien, eso mismo pasa si el negocio lo llevas tu. Te pones a hacer cosas porque sí, pero no piensas antes que sentido le vas a dar a lo que piensas hacer y que habrá después de. Y, por encima de eso, que impacto tendrá en cosas tan importantes como el posicionamiento, la imagen, en la cultura interna y la misión como negocio.

Está claro que yo soy un amante de definir muy bien la estrategia y de focalizarme en algo. Pero eso no significa que no esté de acuerdo, y lo he dicho varias veces, en que hay que adaptarse y hacer giros a la estrategia y a las tácticas (las acciones) que la conforman. Pero en cada acción que se pone en marcha hay que pensar bien para que va a servir. No hablo de pararte tres días, sólo detenerte un instante y pensar que habrá detrás de esa idea tan buena que has tenido.

De nuevo, 1.000 acciones no conforman una estrategia. Igual que 1.000 personas desorganizadas no vencen a 20 con ideas claras porque la diferencia está en que estas últimas cuentan con dos cosas cruciales: un objetivo claro y un líder (que puede ser una persona o una idea) que les sirve de guía. Y sin estrategia no se llega a ningún sitio porque las acciones aisladas son simplemente eso: cosas muy chulas que pueden tener un pequeño impacto pero que pierden su sentido porque no tienen continuidad con la acción inmediatamente anterior o la posterior. Así solo consigues derrochar energía y debilitarte.

Me gusta, y es necesario, que haya gente con ideas, creativa, que conoce muchas cosas y que propone sin cesar pero creo que hace falta orden. Es necesario alguien, o algo, que amarre las acciones que se realizan a algo de nivel superior por más que algunas acciones nazcan mucho después de haber definido una estrategia. Proponer una acción que no tenga un anclaje con la estrategia, con el objetivo, con el negocio y vacía de contenido no tiene ningún sentido.

Aquí aplica muy bien el dicho “más maña que fuerza”. La “maña” es la estrategia (y el liderazgo que la mantiene viva) y “la fuerza” las acciones. Conozco instituciones y profesionales que tienen un gran músculo, muchas ganas y talento para generar suficientes ideas que les permiten poner en marcha muchas acciones pero que fallan en establecer correctamente las prioridades y en pensar estratégicamente. O sea, no ven el bosque que hay detrás del árbol. Cuando pasan este tipo de cosas es cuando empiezas a poner en marcha acciones (levantas sitios o haces «campañas») que después nadie recuerda y abandonas propuestas que hubieran podido funcionar si las hubieras vestido correctamente y las hubieras dotado de su sentido dentro de algo más grande.

Así que, para terminar, solo insistiré, una vez más, en que en todas las empresas y negocios hace falta mucho trabajo y estar constantemente innovando y poniendo en pie nuevas iniciativas pero que es más importante que te focalices en algo y es mejor una gran acción que 10 pequeñas acciones aisladas y sin un hilo común.

¡Que tengáis una feliz semana!

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Comentarios (5)

Hola David, me vienes como anillo al dedo con este post. Algo que habremos oído a diario, pero que sin duda, hasta que no estás en ACCIÓN no te das ni cuenta de lo importante que es.

Bien sabes que estoy metida en un mini proyecto, algo de andar por casa, pero recién estrenada su puesta en marcha no puedo obviar que inconscientemente he quitado el pie del acelerador, y al leer tu post, me he visto reflejada en él.

En el afán de no equivocarme (o evitarlo al máximo posible) ni debo ser impaciente ni debo dar palos de ciego. Y menos aún a mogollón, aunque sea con la buena intención de pensar que: cuantas más cosas haga … en alguna acertaré.

No es mi intención que este comentario hable de mí. Todo lo contrario, sólo pretendo ser un testimonio público de lo que tú expones, y estoy segura que como yo, otros tantos habrán tenido esta misma sensación.

No es que valga la pena PARAR, PENSAR, Y SOLO LUEGO, ACTUAR; es que yo también estoy convencida de que es el ÚNICO MODO de no desviarnos y ALCANZAR EL OBJETIVO que nos hayamos propuesto.

Buena semana también para tí, y a todos tus lectores. Gracias.

Hola Lídia

Es que no cuesta mucho. No hablo de la «paralysis by analysis», eh? Esa está en la fase anterior. Hablo de dedicar un poco de tiempo a definir la estrategia y luego las tácticas solo hacerlas si tienen sentido con la estrategia y si, y esto es muy importante, podemos sostenerlas en el tiempo.

Gracias por el comentario! 😉

En el articulo se esta confundiendo tácticas con acciones, cuando escribe «adaptarse y hacer giros a la estrategia y a las tácticas (las acciones) que la conforman»
Y entiendo que hay una grandísima diferencia que vale la pena aclarar para todos pues crea confusiones y hasta puede llegar a descalificiar su articulo

Hola Ivan

Gracias por tu comentario. En el link que está más arriba podrás leer mi artículo sobre «Estrategia y Táctica». Para mi las acciones que llevas a cabo para conseguir que tu estrategia funcione son «tácticas» que son el detalle de las cosas que vas a llevar a cabo. Pero estaré encantando de conocer tu idea de táctica y de acción. Seguro que es muy interesante.

Gracias por dejar tu comentario!

[…] algunas empresas que se dejan aconsejar por un profesional de esos que hablaba hace poco y les proponen abrir 10 sitios porque son los que están de […]

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